La Ruta Jesuítica del Paraguay se erige como uno de los más interesantes atractivos turísticos de nuestro país. Con poco más de 300 años de historia habitando entre las ruinas de lo que fueron las reducciones jesuíticas, este patrimonio histórico integra espacios de los departamentos de Misiones, Itapúa y Alto Paraná, y es una verdadera maravilla, un destino turístico sin igual. Conformada por museos, construcciones de las misiones y varias alternativas, estos que el paso por la Ruta sea inolvidable para sus visitantes.
Siete son las misiones jesuíticas que integran la Ruta Jesuítica del Paraguay. En el departamento de Misiones, las ruinas de San Ignacio Guazu, Santa Rosa de Lima, Santa María de Fe y Santiago Apóstol; en Itapúa, las reducciones de San Cosme y San Damian, Jesús de Tavarangüe y Santísima Trinidad del Paraná. Estas construcciones se asentaron hacia los años 1600 y subsisten hasta el día de hoy, como vestigio de una época que contribuyó notoriamente a la promoción social y cultural de los indígenas guaraníes que habitaban el suelo paraguayo en aquellas épocas. Además de los remanentes arquitectónicos, en los museos se pueden apreciar las originales piezas de arte sacro así como artesanías en lana, cuero, hilo, madera y piedra, llevadas a cabo por los miembros de las comunidades en donde se asientan estos espacios históricos.
Las cuatro míticas reducciones de Misiones
San Ignacio Guazu es la más antigua de las ciudades jesuíticas del Paraguay, fundada en el año 1609, y en donde se destaca el Museo Diocesano de Arte Jesuítico Guaraní, con sus notables tallas del barroco hispano-guaraní. Allí se exhiben, en cuatro salas, 30 imágenes talladas en madera policromada. Los temas de las salas son: La Creación, La Redención, La Historia de Cristo en la Iglesia y La Compañía de Jesús.
RUTA JESUITICA EN BICICLETA-MISIONES EN BICICLETA 2015
Santa María de Fe, en su museo de arte establecido en una de las casas de indios, se pueden apreciar imágenes como el grupo de la Natividad y otros testimonios de rico pasado cultural y religioso. Se destaca el tallado en madera de una virgen, de dos metros de altura, que se halla en la iglesia actual del pueblo. La artesanía de los pobladores de Santa María se destaca por su colorido, su peculiar bordado y originalidad.
Santa Rosa de Lima fue fundada en 1698 con familias provenientes de Santa María de Fe. Entre sus atractivos se encuentran el campanario original -construido en piedra roja–itaky-, los vestigios de la iglesia original, y una casa de indios íntegra. Así también, la capilla de Nuestra Señora de Loreto conserva frescos pintados en sus muros e impresionantes imágenes talladas en madera.
Santiago Apóstol, refundada en 1669, posee un casco urbano con casa de indios y museo de tallas religiosas. En su iglesia parroquial se puede ver el único retablo jesuítico completo del país y una impresionante talla ecuestre que representa a Santiago venciendo a los moros. Esta reducción todavía conserva algunas características coloniales, como su plaza central, la casa de indios y el museo, en donde se exhiben estatuas de estilo barroco de los siglos XVI y XVII, y vestigios de la antigua Iglesia de Santiago, derrumbada en 1907.
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